En
el valle del río Nilo se desarrolló la civilización egipcia. Esta se
encontraba protegida por obstáculos naturales y pudo conservar su
individualidad por más de tres milenios. Por su continuidad, la civilización egipcia fue uno de los fenómenos más notables
de la Antigüedad.
El
río Nilo era el centro de la vida de Egipto. Los límites de este país eran: al
sur, desde la primera catarata hasta la desembocadura del río en el mar
Mediterráneo, al norte; al este el Sinaí, y al oeste Libia.
Un fértil oasis
El
Nilo es uno de los ríos más largos del mundo -mide 6.671 kilómetros-y nace en
el corazón de Africa.
Egipto
está situado en una zona de clima desértico, donde las precipitaciones son
prácticamente nulas y los cultivos solo son posibles gracias a la crecida anual
del torrente.
Cada
año, entre junio y octubre, este aumenta su caudal debido a las copiosas
lluvias tropicales caídas en las mesetas africanas del Sudán y al deshielo de
las nieves en las montañas del centro de Africa.
Entonces,
el río se desborda y las aguas derramadas depositan en las riberas un barro
fertilizante, un abono natural, llamado limo o légamo. Al retirarse las
aguas, el terreno queda impregnado de una humedad que resulta beneficiosa para
el cultivo.
En
la Antigüedad, los aumentos del caudal del río también creaban muchos problemas
para la vida sedentaria, aunque los mismos egipcios fueron eliminándolos a
través de la construcción de sistemas de diques y canales de
regadío. De esta forma, transformaron a su país en un inmenso y fértil oasis.
Geográficamente,
Egipto está formado por dos zonas muy diferentes: una es el delta, donde
el valle de aluviones es muy amplio, y la otra es un estrecho corredor de
tierras cultivables enclavado entre dos desiertos. El único lazo de unión entre
las dos regiones es el Nilo y su régimen fluvial.
Toda
la riqueza del país depende del río y como los habitantes ignoraban su origen
-que fue descubierto solo en el siglo pasado- y no se podían explicar las
crecidas del Nilo, lo adoraban como a una divinidad.
El
río y su crecida son fenómenos de la naturaleza; Egipto, en cambio, es una
creación humana.
Los
pobladores del valle del río Nilo se agruparon primero en tribus o clanes,
y luego en comunidades llamadas nomos. Paulatinamente, fueron aumentando
el grado de complejidad de su organización social y algunos gobernadores
locales lograron extender su dominio sobre otras aldeas. Con el tiempo, se
habían formado dos grandes reinos independientes: uno en el valle -Alto Egipto-
y otro en el delta del río -Bajo Egipto-.Hacia el año 3100 a . de C., ambos reinos
fueron unificados por el legendario Rey Menes, quien estableció la capital
enMenfis.Desde entonces no hubo más que un solo reino, cuyo soberano tomó el
nombre deFaraón. Los monarcas del Alto Egipto se distinguían por llevar una
especie de tiara alta; en tanto, la corona del Bajo Egipto era más bien un
bonete circular. Al unirse los dos reinos, los faraones se ciñeron las dos
coronas, una dentro de la otra.